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Ley Sinde

>> viernes, 24 de diciembre de 2010

Se que esto no tiene nada que ver con mi blog pero navegando por la red he encontrado algo que me ha llamado mucho la atención y queria compartirlo con vosotros, el lugar de donde lo he sacado es http://www.meneame.net/c/7526472 y aunque parezca descabellado el simil es la pura realidad...

Ahi va:

Javier Bardem quiere «comprar un tomate fresco». Para usar el paralelismo con la industria cultural, Javier debería acudir a una tienda en la que tras pasar por sucesivas manos, el tomate ha incrementado su valor de manera artificial, repercutiendo en el horticultor en menos del 0,1 % de su valor de venta. Son otros, los intermediarios, los que han cobrado más, en muchos casos tan solo por cambiar la pegatina que viene puesta en el tomate. Algo que, por desgracia, no dista mucho de la realidad del mercado de la agricultura --y de la pesca, y de la ganadería...--.

Pero ahora viene la gracia. Javier Bardem no puede compartir ese tomate que acaba de comprar con nadie más, pues de lo contrario la Sociedad General de Agricultores y Especuladores se cabreará con él y lo llamará ladrón: «¡Quien quiera un tomate que se lo compre! ¿Qué es eso de compartir?».

Tampoco puede alterarlo en cualquier forma que no haya sido expresamente autorizada por el horticultor. De hecho, su intención de usarlo para hacer gazpacho se considera un uso no autorizado, y la Sociedad General de Agricultores y Especuladores la condena, llegando a denunciar al comprador si se hace pública la manipulación no autorizada: «El gazpacho, como resultado de la manipulación del tomate entre otros productos, es algo que sólo nosotros, como creadores del tomate original podemos realizar, ya que ese derecho es nuestro. Cualquier manipulación realizada por terceros sin nuestra autorización es una violación de nuestros derechos, y debe ser castigada».

Para colmo, Javier Bardem tampoco puede comerciar con el tomate que acaba de comprar. Si fuera el caso de que tuviera un restaurante donde sirviera ensaladas de tomate --plato que debería contar con la autorización de la Sociedad General de Agricultores y Especuladores--, debería pagar otra vez al horticultor por el lucro cesante que le supone que los clientes de su restaurante vayan a comer un tomate allí, en lugar de comprar otro para ellos. Incluso si el horticultor acuerda no cobrar por este uso, la Sociedad General de Agricultores y Especuladores le cobrará una compensación por tal uso no autorizado.

Por si esto fuera poco, al día siguiente Javier Bardem descubre que tiene que seguir pagando por el tomate que compró ayer, pues los derechos que reconocen el esfuerzo del horticulor estipulan que hay que pagarle por este trabajo hasta más allá de su muerte. Al fin y al cabo él trabajó para producir ese tomate, él plantó la semilla, y día tras día cuidó del crecimiento de la planta, alimentándola cuando lo necesitaba, protegiéndola cuando se debía, hasta el momento de poder recoger su fruto: el tomate. Y ese trabajo debe ser recompensado toda la vida, porque al fin y al cabo, una vez que Javier Bardem ha consumido ese tomate, su organismo se ha beneficiado de él, y ese beneficio para Javier Bardem puede durar años.

Por supuesto este pago Javier Bardem no lo tiene que realizar directamente. No es un impuesto, sino un cobro de derechos, en lo que todo aquello que esté relacionado con el tomate que compró ayer incluirá el pago al horticultor.

De hecho, para proteger el trabajo del horticultor, se ha prohibido que cualquiera pueda producir tomates iguales o razonablemente parecidos a los que compró al horticultor. Por eso no se venden semillas de tomates de ese tipo. Y como aun así es posible que Javier Bardem las obtenga del propio tomate, para reducir el perjuicio ocasionado al horticultor, la Sociedad General de Agricultores y Especuladores ha logrado que se apruebe la inclusión de un canon compensatorio en todos aquellos productos que pudieran facilitar que cualquiera produjera tomates similares a título privado. Este canon se puede encontrar en el abono, el agua, las mangueras, las regaderas, los maceteros, los tiestos, los sistemas de aspersión, las palas, los rastrillos, las carretillas, las azadas y en general cualquier herramienta de agricultura y jardinería, los plásticos y estructuras de posible uso para la construcción de invernaderos, etc.

Por suerte para Javier Barden hay un grupo de personas que consideran que esta situación es un abuso, y han creado sus propias huertas, donde venden los tomates sin todas las restricciones que se han citado, permitiendo su uso y consumo como mejor le parezca al comprador, y destinando prácticamente todo el dinero cobrado al propio horticultor.

Otras personas han creado huertas públicas, donde el cuidado y el mantenimiento de los productos de la huerta es responsabilidad solidaria de todos, y todos pueden disfrutar libremente de los resultados.

En algunos casos las tomateras son el producto de las semillas de los tomates obtenidos a través de la compra a los horticultores tradicionales, y eso ha cabreado a la Sociedad General de Agricultores y Especuladores, porque dicen que eso es piratería, que se están aprovechando del trabajo de sus horticultores, e incluso están en algunos casos obteniendo beneficios por ello.

Así, la Sociedad General de Agricultores Y Especuladores, junto con otros colectivos afectados como Proagripescae, han denunciado en varias ocasiones a los que mantienen dichas huertas. En algunos casos incluso han tratado de crear la idea de que su actividad es más delictiva si cabe porque cobran por otros servicios a quienes acceden a sus huertos a por los productos que allí se disponen gratuitamente.

Por fortuna los jueces, que aun tienen algo de sentido común, siempre han sentenciado a favor de las personas encargadas de las huertas. Esto ha molestado a las sociedades mencionadas, que han movilizado a los horticultores para que protesten y presionen con el objetivo de aprobar una ley que permita cerrar esas huertas sin necesidad de que lo ordene un juez.

¿Qué piensa Javier Bardem de que un colectivo que es parte del conflicto pueda decidir si cierra o no una huerta pública sin requerir la acción de un juez?

y esto contesta a esto http://www.elpais.com/articulo/cultura/boton/magico/elpepicul/20101224elpepicul_3/Tes merece la pena leerlo...

Ahi quedo

3 comentarios:

BROLY5783 25 diciembre, 2010  

Cierto es, que se deberia prohibir el publicar todo aquel material musical o de cine que tenga un periodo inferior a 20 años de antigüedad. Ya que si se emitiese gratis todo lo nuevo nunca se amortizaria. Se deberia obligar a las compañias, a que de gratis toda la cultura con mas de 20 años de antigüedad, porque o sino, llegaremos en un momento que toda cultura sea propiedad de las industrias. Y las productoras deberian permitir a las webs de television, publicar series y peliculas extranjeras gratuitamente. Ademas, estoy harto que cuando quiero copiar una pelicula comprada por mi, esta este encriptada, no deberia estar asi, ya pague legalmente por ella. Ademas un disco de Celin Dion con anticopy, rompio mi lector de CD. A las compañias, deberian darles vergüenza por tener los mismos precios de un material fisico y un fichero digital. Me compre un disco de los Backstreet Boys por 18€ y en cierta web legal de venta de musica, el disco virtual salia por 20€. Son unos ladrones.

Sulfaman 25 diciembre, 2010  

A menudo se confunde la pirateria con el compartir. Una cosa es hacer negocio con lo que a otros les costo sudor crear, y otra muy distinta compartir mis cosas privadas. Pero ademas de todo esto.......es increible que se acepte (por ejemplo) poner un canon a los cd/dvd virgenes y que todo el que lo compre lo pague por si acaso copia algo con derechos de autor. Me parece impresentable que yo compre un dvd para grabar mis videos de vacaciones y mis fotos en el aquapark y tenga que pagar un canon de derechos de autor a unos señores que nada tuvieron que ver en mi creacion. ESO SI ES ROBO. Yo estoy contra la pirateria, pero ojo recalco: contra la PIRATERIA, contra el hacer negocio a cuenta del trabajo de otros, eso es la pirateria.

Sulfaman 25 diciembre, 2010  

ah y por cierto, no todo el que descarga una pelicula o cd de musica de forma gratuita esta dañando al autor, me explico:
Hay mucha gente que descarga una pelicula o un cd y es algo que jamas compraria, que lo tiene porque pudo acceder gratuitamente a ello, de lo contrario tampoco habria ido a comprarlo con lo cual tampoco esta quitandole ganancia a nadie. Si hay gente que se ahorra el comprarlo, pero un porcentaje muy alto, sino tuviera acceso gratuito a ese cd en concreto tampoco lo compraria.

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