Copos de nieve
>> martes, 27 de abril de 2010
Lo que siente el corazón durante una gran alegría, se parece a la lluvia de copos dentro de una bola de cristal;
La duración se ralentiza y se dilata, el ballet se eterniza en la ausencia de obstáculos, y cuando se posa el último copo, sabemos que hemos vivido ese instante fuera del tiempo que es la marca de las grandes iluminaciones.
A menudo, de niña, me preguntaba si estaría a mi alcance vivir instantes semejantes y llenarme el corazón del lento y majestuoso ballet de copos, liberada por fin del tedioso frenesí del tiempo
La elegancia del erizo...
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