Señor dolor del alma

Amaneció para todos,
apareció de la nada,
su imagen reflejada,
en mi alma se miró...

Mesó mis cabellos,
acarició mi piel,
Como una brisa de verano
sobre mi piel se posó..

Se calzó mis zapatos,
poniéndose mi piel por vestido,
y caminamos de la mano,
como un solo corazón...

Rodeados de gentes,
sin sombra y sin calor,
paseaban junto a nosotros,
por las calles del dolor.

Silenciosa me tomó,
en el día que apareció,
Señor dolor del alma,
que aquel día me acompañó..




Me turbó la vista,
poniendo una venda en mis ojos..
Llegó sin decir hola
y se fué sin decirme adiós.

Se llevó mis ganas,
mis sueños, mi alma,
dejándome vacía
y hueca de corazón..